TITULARES

viernes, 28 de septiembre de 2012

Pin It

Widgets

LO INTERIOR, LO EXTERIOR...

...si, pero donde queda cada uno?
Dias pasados leyendo a Lacan, me encontré no por casualidad, con aquella imagen que el da de la banda de Moebius, en referencia al objeto a.
Haciendo una breve disgresion y sin querer hacer un camino en paralelo con Lacan, voy a tomar esa imagen de la banda de Moebius para poder interrogarnos acerca del Editorial de hoy.
Interno y externo…Generalmente escuchamos estas divisiones, tales como “esto pertenece a lo interno del Ser Humano”, “aquello otro concierne a lo exterior o externo”, ¿pero será esto realmente asi? , ¿sera que podemos tan livianamente marcar el limite, el perímetro entre lo interno y lo externo? , y de ser asi: ¿a que llamamos interno y externo? , ¿es este termino universalmente compartido por todos?.
La banda o cinta de Moebius (/moˈebius/) es una superficie con una sola cara y un solo borde. Si se colorea la superficie de una cinta de Möbius, comenzando por la «aparentemente» cara exterior, al final queda coloreada toda la cinta, por tanto, sólo tiene una cara y no tiene sentido hablar de cara interior y cara exterior.

Por tanto, ¿Cómo poder disociar entre interno/externo? y si en verdad, no hay separación, sino una sucesión metonímica de vivencias entre aquello que llamamos mundo y nosotros…pensemos por un momento juntos, sin tomar nada como verdadero, como definitivo, ¿si esto fuera asi? , ¿Quién es el que esta ahí para etiquetar y clasificar los pares de opuestos interno/externo, bueno/malo, salud/enfermedad, amor/odio?...pensemos por un instante, juntos…o preferimos recitar eternamente aquellas palabras: “Eli, Eli, lamma sabachtani?” (1)

Cuando uno va al cine, se encuentra con distintas imágenes, algunas nos resultan mas agradables o placenteras que otras a la vista. Ahora bien, para poder visualizar esas imagenes, se requirieron varias imágenes de la misma escena para que tuviera movimiento y sentido; si alguna de ellas faltara, esa sucesión carecería de sentido, o mas aun, uno sentiría el “corte”, esa sensación de incompletud en la escena. ¿No será lo mismo con la vida?...Una sucesión continua de imágenes, que forman la imagen final…una rueda gigante que gira y gira y que proyecta hasta que “se quede sin hilo el carretel”.

(1) "Dios mio, Dios mio, ¿Por qué me has abandonado?"



FUENTE: El Editor DE ESTILOYOGA.COM es Instructor de Yoga y Psicoanalista

Publicar un comentario

 
Copyright © 2014 CLICK-OK !