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jueves, 13 de octubre de 2011

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EL SUFRIMIENTO (Sri Ramana Maharshi)

CAPÍTULO 20. SUFRIMIENTO Y MORALIDAD.
Las paradojas inherentes en las teorías teísticas han ocupado las mentes de los teólogos y filósofos occidentales durante siglos.
Por ejemplo, si Dios es perfecto, ¿por qué hay mal en el mundo? ¿Por qué un Dios omnipotente permite el sufrimiento cuando tiene el poder de abolirlo en un instante?.
Sri Ramana salía al paso de tales jeroglíficos afirmando que el mundo, Dios y el individuo que sufre son todos invenciones de la mente. «Todas las religiones primero postulan tres principios, a saber, el mundo, el alma y Dios. Decir que sólo un principio aparece como los tres principios o que los tres principios son siempre tres principios es posible solamente mientras existe el ego». En lugar de atribuir el sufrimiento a las consecuencias de las acciones erróneas o a la voluntad de Dios, Sri Ramana enseñaba que surge solamente debido a que nosotros imaginamos que somos individuos separados interactuando unos con otros y con el mundo. Decía que las acciones erróneas conllevan el sufrimiento, y que por lo tanto han de ser evitadas, pero ellas no son su causa original. Es la mente la que crea la ilusión de la separatividad y es la mente la que sufre las consecuencias de sus invenciones ilusorias. El sufrimiento es así un producto y una consecuencia de la mente discriminativa; cuando se elimina la mente, se encuentra que el sufrimiento es no-existente.
Muchos interlocutores podían adherirse a esta idea sobre un nivel individual pero encontraban difícil aceptar que todo el sufrimiento en el mundo existía solamente en la mente de la persona que lo percibía. Sri Ramana era completamente inamovible sobre esto y decía repetidamente que si uno realiza el Sí mismo sabrá que todo sufrimiento, no sólo el propio de uno, es no-existente. Llevando esta idea hasta su conclusión lógica, Sri Ramana decía a menudo que la vía más efectiva de eliminar el sufrimiento de otras gentes era realizar el Sí mismo. Este punto de vista no debe interpretarse en el sentido de que Sri Ramana animaba a sus seguidores a ignorar el sufrimiento de las demás gentes.
Sobre un nivel más pragmático decía que antes de la realización del Sí mismo uno debe aceptar la realidad del sufrimiento de las demás gentes y dar los pasos para aliviarlo siempre que uno se cruce con él. Sin embargo, también señalaba que tales acciones reparadoras sólo serían espiritualmente beneficiosas si se hacían sin el sentimiento de que «otras gentes menos afortunadas que yo están siendo ayudadas» y sin el sentimiento de que «yo estoy haciendo estas acciones». En conjunto, la cuestión de lo que se debe o no se debe hacer en el mundo era de poco interés para Sri Ramana. Mantenía el punto de vista de que todas las ideas convencionales sobre lo justo y lo injusto eran juicios de valor hechos por la mente, y que cuando la mente cesa de existir, las ideas sobre lo justo y lo injusto también cesan. Debido a esto raramente hablaba sobre los cánones morales convencionales, y siempre que era presionado para que diera una opinión sobre ellos, usualmente eludía la respuesta diciendo que la única «acción justa» es descubrir el Sí mismo.

Pregunta: ¿Cuál considera usted que es la causa del sufrimiento del mundo? ¿Y cómo podemos ayudar a cambiarlo, (a) como individuos, o (b) colectivamente?.
Respuesta: Realice el Sí mismo real. Es todo lo que se necesita.

Pregunta: ¿En esta vida rodeada de limitaciones podemos realizar alguna vez la felicidad del Sí mismo?.
Respuesta: Esa felicidad del Sí mismo está siempre con usted, y usted la encontrará por usted mismo, si la busca asiduamente. La causa de su miseria no está en la vida fuera de usted, está en usted como el ego. Usted se impone limitaciones a usted mismo y después pugna vanamente por transcenderlas. Toda la infelicidad se debe al ego; con él vienen todos sus trastornos. ¿De qué le sirve a usted atribuir a los aconteceres de la vida la causa de la miseria, la cual está en realidad dentro de usted?. ¿Qué felicidad puede usted obtener de las cosas exteriores a usted mismo?. Y cuando usted la obtiene, ¿cuánto puede durar?. Si usted niega el ego y lo abrasa ignorándole, usted será libre. Si usted le acepta, él le impondrá limitaciones y le arrojará a usted en una vana lucha para transcenderlas. Ser el Sí mismo, que usted realmente es, es el único medio de realizar la felicidad que es siempre suya.

Pregunta: Si de verdad no hay ni esclavitud ni liberación, ¿cuál es la razón de la experiencia actual de alegrías y aflicciones?.
Respuesta: Parecen ser reales solamente cuando uno se aleja de su naturaleza real. No existen realmente.

Pregunta: ¿Se ha creado el mundo para la felicidad o la miseria?.
Respuesta: La creación no es ni buena ni mala; es lo que es. Es la mente humana la que pone toda suerte de construcciones sobre ella, viendo las cosas desde su propio ángulo e interpretándolas del modo que convenga a sus propios intereses. Una mujer es una mujer, pero una mente la llama «madre», otra «hermana», y otra «tía» y así sucesivamente. Los hombres aman a las mujeres, odian a las serpientes, y son indiferentes a las hierbas y a las piedras junto al camino. Estos juicios de valor son la causa de la miseria en el mundo. La creación es como un árbol pipala: los pájaros vienen a comer su fruto, o a cobijarse bajo sus ramas, los hombres se refrescan a su sombra, pero algunos pueden también ahorcarse en él. Sin embargo, el árbol continúa llevando su apacible vida, desinteresado e inconsciente de todos los usos que se le dan. Es la mente humana la que crea sus propias dificultades y después pide socorro. ¿Es Dios tan parcial como para dar paz a una persona y aflicción a otra?. En la creación hay sitio para todo, pero el hombre se niega a ver el bien, lo saludable y lo bello. En lugar de ello, siempre está quejándose, como el hambriento que se sienta junto al plato sabroso y que, en lugar de tender su mano para satisfacer su hambre, continúa lamentándose, «¿De quién es la culpa, de Dios o del hombre?».

Pregunta: Si Dios es todo, ¿por qué el individuo sufre por sus acciones? ¿No son las acciones por las cuales se hace sufrir al individuo suscitadas por Dios?.
Respuesta: El que piensa que él es el que hace es también el que sufre.

Pregunta: Pero las acciones son suscitadas por Dios y el individuo es sólo su instrumento.
Respuesta: Esta lógica se aplica solamente cuando se sufre, pero no cuando se goza. Si la convicción prevalece siempre, entonces no habrá ningún sufrimiento.

Pregunta: ¿Cuándo cesara el sufrimiento?.
Respuesta: No hasta que se pierda la individualidad. Si tanto las acciones buenas como las malas son suyas (de Dios), ¿por qué piensa usted que sólo el disfrute y el sufrimiento son de usted?. El que hace el bien o el mal, también disfruta el goce o sufre el dolor. Déjelo estar y no sobreimponga el sufrimiento sobre usted mismo.

Pregunta: ¿Cómo puede usted decir que el sufrimiento es no-existente?. Yo lo veo por todas partes.
Respuesta: La propia realidad de uno, la cual brilla dentro de todos como el Corazón, es ella misma el océano de felicidad sin mezcla. Por lo tanto, lo mismo que el azul irreal del cielo, la miseria no existe en realidad sino solamente es mera imaginación. Puesto que la propia realidad de uno, la cual es el sol de jnana , a la que no puede acercarse la obscura ilusión de la ignorancia, brilla ella misma como felicidad, la miseria no es nada sino una ilusión causada por el sentido irreal de la individualidad. En verdad nadie ha experimentado nunca ninguna otra cosa que esa ilusión irreal. Si se indaga el propio Sí mismo, el cual es felicidad, no habrá ninguna miseria en absoluto en la vida de uno. Uno sufre debido a la idea de que el cuerpo, el cual jamás es uno mismo, es «yo»; todo el sufrimiento se debe a esta ilusión.

Pregunta: Yo sufro tanto en la mente como en el cuerpo. Desde el día de mi nacimiento jamás he tenido felicidad. Mi madre también sufrió desde el tiempo en que me concibió, he oído. ¿Por qué sufro así?. Yo no he pecado en esta vida. ¿Se debe todo esto a los pecados de vidas pasadas?.
Respuesta: Usted dice que la mente y el cuerpo sufren. ¿Pero hacen ellos las preguntas? ¿Quién es el preguntador? ¿No es el que está más allá de la mente y del cuerpo?. Usted dice que el cuerpo sufre en esta vida y pregunta si la causa de esto es la vida anterior. Si eso es así entonces la causa de esa vida es la anterior a ella, y así sucesivamente. De modo que, como en el caso de la semilla y el brote, no hay ningún fin para la serie causal. Hay que decir que todas las vidas tienen su primera causa en la ignorancia. Esa misma ignorancia está presente inclusive ahora, dando forma a esta pregunta. Esa ignorancia debe ser disuelta por jnana. «¿Por qué y a quién ha venido este sufrimiento?». Si usted pregunta así encontrará que el «Yo» está separado de la mente y del cuerpo, que el Sí mismo es el único ser eterno, y que es felicidad eterna, Eso es jnana.

Pregunta: Yo sufro de malestares sin fin; no hay ninguna paz para mí, aunque no me falta de nada para ser feliz.
Respuesta: ¿Estos malestares le afectan a usted en el sueño profundo?.

Pregunta: No, no me afectan.
Respuesta: ¿Es usted el mismo hombre ahora, o es usted diferente del que estaba dormido sin ningún malestar?.

Pregunta: Sí, yo soy la misma persona.
Respuesta: Entonces ciertamente esos malestares no le pertenecen a usted. Es su propia culpa si usted asume que son suyos.

Pregunta: Cuando sufrimos aflicción y nos quejamos y apelamos a usted por carta o mentalmente por la plegaria, ¿no es usted movido a sentir lástima de que su hijo sufra de esta manera?.
Respuesta: Si uno sintiera así ese uno no sería un jnani.

Pregunta: Nosotros vemos sufrimiento en el mundo. Un hombre está hambriento. Es una realidad física, y como tal, es muy real para él. ¿Tenemos nosotros que llamarlo un sueño y permanecer impasibles ante su sufrimiento?.
Respuesta: Desde el punto de vista de jnana o la realidad, el sufrimiento de que usted habla es ciertamente un sueño, como lo es el mundo del cual el sufrimiento es una parte infinitesimal. En el sueño también usted mismo siente hambre. Usted ve a otros sufriendo hambre. Usted se alimenta a usted mismo y, movido por la piedad, alimenta a otros a quienes usted encuentra sufriendo de hambre. Mientras el sueño dura, todos esos sufrimientos de hambre son tan completamente reales como usted ahora piensa que lo es el sufrimiento que usted ve en el mundo. Es solamente cuando usted se despierta cuando usted descubre que el sufrimiento en sueño era irreal. Usted puede haber comido hasta hartarse y haberse ido a dormir. Usted sueña que trabaja mucho y mucho tiempo bajo el sol abrasador todo el día, esta cansado y hambriento y quiere comer un montón. Entonces usted se levanta y encuentra que su estómago está lleno y que usted no se ha movido de su cama. Pero todo esto no quiere decir que mientras que usted está en el sueño puede actuar como si el sufrimiento que usted siente no fuera real. El hambre en el sueño tiene que ser satisfecha por la comida en el sueño. A los congéneres que usted encontró tan hambrientos en el sueño ha de proveérseles comida en ese sueño. Usted nunca puede mezclar los dos estados, el sueño y el estado de vigilia. Hasta que usted alcance el estado de jnana y despierte así de esta maya, usted debe hacer servicio social aliviando el sufrimiento dondequiera que lo vea. Pero inclusive entonces usted debe hacerlo, como se nos ha dicho, sin ahamkara, es decir sin el sentido «yo soy el hacedor», sino sintiendo, «yo soy el instrumento del Señor ». Similarmente, uno no debe envanecerse y pensar, «yo estoy ayudando a un hombre por debajo de mí. Él necesita ayuda. Yo estoy en situación de ayudar. Yo soy superior y él inferior». Usted debe ayudar al hombre como un medio de adorar a Dios en ese hombre. Tal servicio es también para el Sí mismo, no para algún otro. Usted no está ayudando a nadie más, sino solamente a usted mismo.

Pregunta: En el caso de personas que no son capaces de una meditación larga, ¿no será suficiente si se entregan a hacer el bien a los demás?.
Respuesta: Sí, lo será. La idea del bien estará en su corazón. Eso es suficiente. El bien, Dios, el amor, son todos la misma cosa. Si la persona se mantiene pensando continuamente en cualquiera de éstos, eso será suficiente. Toda meditación tiene el propósito de mantener apartados todos los demás pensamientos.

Pregunta: Así pues, ¿se debe intentar aliviar el sufrimiento, inclusive si se sabe que en último recurso es no-existente?.
Respuesta: Jamás ha habido y jamás habrá un tiempo en el cual todos sean igualmente felices o ricos o sabios o sanos. De hecho ninguno de estos términos tiene ningún significado excepto en la medida en que existe su opuesto. Pero eso no quiere decir que si usted se cruza con alguien que es menos feliz o más miserable que usted, usted no se mueva a compasión o a tratar de aliviarle lo mejor que pueda. Por el contrario, usted debe amar a todos y ayudar a todos, puesto que solamente de esa manera puede ayudarse a usted mismo. Cuando usted busca reducir el sufrimiento de algún hombre u otra criatura, tanto si sus esfuerzos lo logran como si no, usted está madurando espiritualmente, especialmente si tal servicio se hace desinteresadamente, no con el sentimiento egotista de «yo estoy haciendo esto», sino en el espíritu de «Dios está haciéndome el canal de este servicio; él es el hacedor y yo soy el instrumento». Si se sabe la verdad de que todo lo que uno da a los demás está dándolo solamente a uno mismo, ¿quién en verdad no será una persona virtuosa y hará el acto bueno de dar a otros?. Puesto que todos son el propio Sí mismo de uno, quienquiera que hace algo a alguien estará haciéndolo solamente a sí mismo.

Pregunta: Hay extensos desastres que causan ruina en el mundo, por ejemplo el hambre y la pestilencia. ¿Cuál es la causa de este estado de cosas?.
Respuesta: ¿A quién aparece todo esto?.

Pregunta: Eso no funcionará. Yo veo miseria por todas partes.
Respuesta: Usted no es consciente del mundo y sus sufrimientos en su sueño profundo pero es consciente de ellos ahora en su estado de vigilia. Continúe en ese estado en el cual usted no era afligido por ellos. Es decir, cuando usted no es consciente del mundo, sus sufrimientos no le afectan a usted. Cuando usted permanezca como el Sí mismo, como en el sueño profundo, el mundo y sus sufrimientos no le afectarán. Por lo tanto mire adentro. ¡Vea el Sí mismo!. Entonces habrá un fin del mundo y sus miserias.

Pregunta: Pero eso es egoismidad.
Respuesta: El mundo no es externo. Debido a que usted se identifica a usted mismo erróneamente con el cuerpo usted ve el mundo afuera, y sus sufrimientos devienen visibles para usted. Pero no son reales. Busque la realidad y deshágase de este sentimiento irreal.

Pregunta: Hay grandes hombres, servidores públicos, que no pueden resolver el problema de la miseria del mundo.
Respuesta: Están centrados en el ego y eso explica su incapacidad. Si permanecieran en el Sí mismo serían diferentes.

Pregunta: ¿Por qué no ayudan los Mahatmas?.
Respuesta: ¿Cómo sabe usted que no ayudan?. Las charlas públicas, la actividad física y la ayuda material son todas sobrepasadas por el silencio de los mahatmas. Ellos hacen más que los demás.

Pregunta: ¿Qué tenemos que hacer para mejorar la condición del mundo?.
Respuesta: Si usted permanece libre de sufrimiento, no habrá ningún sufrimiento en ninguna parte. El trastorno ahora se debe a que usted ve el mundo externamente y también al pensamiento de que hay sufrimiento en él. Pero tanto el mundo como el sufrimiento están dentro de usted. Si usted mira dentro no habrá ningún sufrimiento.

Pregunta: Dios es perfecto. ¿Por qué ha creado el mundo imperfecto?. La obra participa de la naturaleza del autor. Por qué aquí no es así.
Respuesta: ¿Quién es quién hace la pregunta?.

Pregunta: Yo —el individuo.
Respuesta: ¿Es usted aparte de Dios para que usted haga esta pregunta?. Mientras usted se considera a usted mismo el cuerpo, usted ve el mundo como externo y las imperfecciones le aparecen a usted. Dios es perfección. Su obra también es perfección. Pero usted lo ve como imperfección debido a su identificación errónea.

Pregunta: ¿Por qué el Sí mismo se ha manifestado como este mundo miserable?.
Respuesta: A fin de que usted pueda buscarlo. Sus ojos no pueden verse a sí mismos. Coloque un espejo ante ellos y entonces se ven a sí mismos. Similarmente con la creación. «Véase a usted mismo primero y entonces vea la totalidad del mundo como el Sí mismo».

Pregunta: Así pues, todo equivale a esto —que debo mirar siempre dentro.
Respuesta: Sí.

Pregunta: ¿No debo ver el mundo en absoluto?.
Respuesta: A usted no se le instruye para que cierre sus ojos al mundo. Usted solamente tiene que «verse a usted mismo primero y entonces ver la totalidad del mundo como el Sí mismo». Si usted se considera a usted mismo el cuerpo entonces el mundo parece ser externo. Si usted es el Sí mismo entonces el mundo aparece como Brahman.

Pregunta: ¿Cuál es la mejor manera de trabajar por la paz en el mundo?.
Respuesta: ¿Qué es el mundo? ¿Qué es la paz, y quién es el que trabaja (por la paz)?. El mundo no está en su sueño profundo y forma una proyección de su mente en su jagrat [estado de vigilia]. Es por lo tanto una idea y nada más. La paz es ausencia de perturbación. La perturbación se debe al surgimiento de los pensamientos en el individuo, lo cual es solamente la emergencia del ego desde la pura consciencia. Suscitar la paz significa estar libre de pensamientos y permanecer como la pura consciencia. Solamente si uno mismo permanece en paz, hay paz por todas partes.

Pregunta: Si se plantea hacer algo que uno considera injusto y salvar con ello a alguien de un gran daño, ¿debe uno hacerlo o no?.
Respuesta: ¿Qué es injusto y qué es justo?. No hay ningún patrón por el cual juzgar que una cosa es justa y otra injusta. Las opiniones difieren acordemente a la naturaleza del individuo y acordemente al entorno ambiente. Son nuevamente ideas y nada más. No se preocupe por ellas, en lugar de ello deshágase de los pensamientos. Si usted permanece siempre en lo justo, entonces lo justo prevalecerá en el mundo.

Pregunta: ¿No será diferente la conducta justa para asegurar la salvación?.
Respuesta. ¿La salvación para quién? ¿Quién quiere la salvación?. ¿Y cuál es la conducta justa? ¿Qué es la conducta? ¿Y qué es justo? ¿Quién tiene que juzgar lo que es justo y lo que es injusto?. De acuerdo con los samskaras anteriores, cada uno considera justa una cosa u otra. Solamente cuando se conoce la realidad puede conocerse la verdad sobre lo justo y lo injusto. El camino mejor es descubrir quién quiere esta salvación. Seguir el rastro a este «quién» o ego hasta su fuente original es la conducta justa para todo el mundo.

Pregunta: ¿No conducirá a la salvación la práctica de la buena conducta [nitya karmas]. Varios libros afirman que lo hará.
Respuesta: Así se dice en los libros. ¿Quién niega que la buena conducta es buena o que eventualmente le conducirá a usted a la meta?. La buena conducta o sat karma purifica chitta o la mente y le da a usted chitta suddhi [mente pura]. Le mente pura alcanza jnana, lo cual es lo que se entiende por salvación. Así pues, eventualmente, debe alcanzarse jnana, es decir, el ego debe ser rastreado hasta su fuente. Pero para aquellos a quienes no atrae esto, tenemos que decir que sat karma [buena conducta] conduce a chitta suddhi, y chitta suddhi conducirá al justo conocimiento o jnana, y eso a su vez da la salvación.

Pregunta: ¿Qué hay sobre los motivos? ¿No son importantes los motivos del cumplimiento de las acciones?.
Respuesta: Todo lo que se hace con amor, con justa pureza y con paz de mente, es una buena acción. Todo lo que se hace con la mancha del deseo y con la mente llena de agitación se clasifica como una mala acción. No haga ninguna buena acción [karma] a través de un mal medio, pensando «Es suficiente con que dé buen fruto». Debido a que, si el medio es malo, inclusive una buena acción resultará ser mala. Por lo tanto, incluso los medios de hacer las acciones deben ser puros.

Pregunta: Sankara dice que todos nosotros somos libres, no esclavos, y que todos nosotros regresaremos a Dios de quien hemos venido como chispas de un fuego. ¿Por qué entonces no debemos cometer todo tipo de pecados?.
Respuesta: Es verdad que nosotros no somos esclavos y que el Sí mismo no tiene ninguna esclavitud. Es verdad que usted regresará eventualmente a su fuente. Pero mientras tanto, si usted comete pecados, como usted los llama, usted tendrá que hacer frente a las consecuencias de tales pecados. Usted no puede escapar de ellas. Si un hombre le golpea, ¿puede usted decir, «Yo soy libre, no estoy esclavizado por estos golpes y no siento ningún dolor. Que golpee lo que quiera»?. Si usted puede sentir eso, usted puede continuar haciendo lo que quiera. ¿Cuál es la utilidad de decir meramente con sus labios «yo soy libre»?.

Pregunta: Se dice que todo el universo es el juego de la consciencia de Dios y que todas las cosas están llenas de Brahman. ¿Por qué debemos decir entonces que deben desecharse los malos hábitos y las malas prácticas?.
Respuesta: Suponga que hay alguna herida en el cuerpo humano. Si usted la descuida, asumiendo que es solamente una pequeña parte del cuerpo, causa dolor a todo el cuerpo. Si no es curada por el tratamiento ordinario, debe venir el médico, cortar la porción afectada con un bisturí y limpiar las impurezas. Si no se corta la parte enferma se infectará. Si usted no la venda después de operar, se formará pus. Ocurre lo mismo con la conducta. Los malos hábitos y la mala conducta son como una herida en el cuerpo. A cada enfermedad debe dársele un tratamiento apropiado.

Pregunta: Así pues, ¿debe uno adherirse a los códigos de comportamiento convencionales?.
Respuesta: Mientras las observaciones prescritas para la auto-disciplina [niyamas] le ayuden a uno en una considerable medida, merece la pena aceptarlas y seguirlas. Pero si se encuentra que obstruyen la práctica superior de la indagación del verdadero conocimiento, abandónelas inmediatamente como deficientes.


Fuente: Extracto del Libro "Sea lo que Usted es" (Ramana Maharshi)

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