La atracción por los objetos y las ataduras de varias clases hacen que un hombre esté limitado a este mundo. La renuncia a todas las atracciones y la rotura con todas las ataduras constituyen la renuncia verdadera. Aquél Sannyasin (renunciante) o yogui que está libre de las atracciones y ataduras goza de dicha infinita y alegría y paz supremas.
La fluctuación y la imaginación son las dos semillas de la mente. La fluctuación es el combustible. La imaginación es el fuego.
El incesante fuego de la imaginación es mantenido por el combustible de la fluctuación. Si el combustible de la fluctuación se domina, el fuego de la imaginación se extingue por sí mismo. La mente torna serena. Es conducida hacia su fuente, el Atman (el testigo silencioso).
Tu has venido solo a este mundo. Has venido desnudo. Has venido llorando. Te irás solo. Te irás desnudo. Te irás llorando. ¿Por qué entonces, estás tan orgulloso de tus títulos, abundancia y conocimiento? Conviértete en humilde y manso. Conquistarás el mundo entero a través de la humildad. Vuélvete puro en pensamiento, palabra y acción. Éste es el secreto de la vida espiritual. Los Upanishads (textos antiguos) y el Gita (epopeya que forma parte del Mahabarata) insisten repetidas veces sobre esta nota.
Vairaguia (desapego) nacido de Viveka (discenrimiento) es durable y eterno. No le fallará a aspirante en ningún momento. La visión de que todo en el mundo es efímero causa Vairagya o indiferencia a los disfrutes de este mundo y de los otros mundos del cielo también. Vairaguia no es el mero abandono de deberes y de responsabilidades sociales. No significa el simple desapego físico del mundo. No es obtenido huyendo lejos a una cueva solitaria en el Himalaya. No significa vivir de hojas y del aire. No significa usar el pelo en rodete y llevar un kamandal (vasija) hecha de cáscara de la calabaza o de coco en la mano. No significa afeitarse la cabeza y lanzar lejos las ropas.
Vairaguia es el desapego mental de todas las conexiones con el mundo. Éso es todo. Un hombre puede vivir en el mundo y realizar todos sus deberes con perfecto desapego. El hombre que tiene un perfecto desapego mental mientras que permanece en el mundo es un héroe de hecho. Es difícil porque él debe hacer frente a las tentaciones innumerables de la vida en cada momento. Dondequiera que un hombre pueda ir, lleva con él su mente voluble, agitada, sus Vasanas (hábitos) y Samskaras (impresiones latentes). Aún el que vive en soledad, sigue siendo el mismo hombre ordinario, si construye castillos en el aire, y continúa pensando en los objetos del mundo. En tal caso incluso la cueva se convierte en una ciudad grande para él.
Si la mente permanece quieta, si está libre de apegos, uno puede ser un Vairagui perfecto incluso mientras está viviendo en una mansión en la parte más bulliciosa de de Nueva York, de Londres o de Bombay. Tal mansión será convertida por él en una selva densa. Un hombre desapegado tiene una mente diferente. Él tiene una experiencia diferente. Él está más allá de los objetos impermanentes, y perecederos del mundo. Él no tiene absolutamente ninguna atracción por ellos. Él mora constantemente en lo eterno o absoluto. Él se identifica cada momento de su vida con el testigo silencioso que está presente en el placer y en el dolor, en la alegría y en el sufrimiento, en la censura y en la alabanza, en el honor y en la deshonra, en todos los estados de la vida.
Él está parado firmemente como una roca en medio de una tormenta turbulenta, como espectador del maravilloso espectáculo del mundo. No es afectado por experiencias placenteras u displacenteras. Él aprende varias lecciones valiosas de ellas. Él no tiene ninguna atracción por los objetos agradables ni repulsión por los displacenteros. Él sabe absolutamente bien que el dolor ayuda mucho en su progreso y evolución espirituales, en su viaje largo hacia la meta. Él está parado convencido que el dolor es el mejor profesor del mundo. Un hombre puede desarrollar el desapego mental interno del placer y del dolor mientras que vive en el mundo. Él debe ver que la experiencia placentera del mundo no lo arrastra. Él no debe aferrarse en ella. Él debe permanecer simplemente como espectador silencioso.
Un hombre desapegado es el hombre mas felíz y mas rico de todos los mundos. ¿Cómo puede Maya (la ilusión) tentarlo?
Publicar un comentario