El Yoga suele dividirse en ocho aspectos o miembros.
Los miembros están interrelacionados; cada uno de ellos tiene distintas facetas que son reveladas mediante el estudio de los textos y la practica.
Conducen progresivamente a los estados mas elevados de conciencia, y a la vida espiritual. Sus disciplinas se internalizan cada vez más.
Los miembros son los siguientes:
1) Yama
2) Niyama
3) Asana
4) Prânâyâma
5) Pratyâhâra
6) Dhârâna
7) Dhyana
8) Samadhi
La paz interior es la ausencia de conflictos externos o internos. La conciencia esta tranquila, y hay fuerza en la que otros puedan apoyarse. La mente no sufre el estorbo de los deseos mundanos, ni se ve afectada por las circunstancias. Hay armonía en el alma, que se apoya en la divinidad.
En la filosofía hindú se analiza, se representa y se localiza el alma, que se encuentra situada en el corazón espiritual, en la base del centro de la cavidad pectoral.
Todos los miembros del Yoga juegan un papel en la consecución de este estado de armonía. Yama proporciona la base del comportamiento moral. Niyama desarrolla la disciplina y satisfacción mental. Asana forma el cuerpo sano y fuerte, lo que influye directamente en el estado mental. Prânâyâma y Pratyâhâra desarrollan la tranquilidad, que forma una base receptiva para la practica meditativa. Dhârâna y Dhyana aumentan este estado de paz interior, preparando el alma para sumergirse en la beatitud del Samadhi, la unión del alma con la divinidad.
Asana es el primer paso consciente tomado en la senda del Yoga. A partir de entonces, todos los miembros van integrándose hasta cierto punto. Son precisos tres estadios para alcanzar el estado de absorción: repetición, comprensión y sinceridad de propósito. Se avanzara con mas rapidez si en ningún momento olvidados estos pasos, que son validos para todos los aspectos del Yoga, aunque aquí solo se toma el ejemplo de las Asanas.
El primer paso es familiarizarse con el objeto deseado. En el caso de un Asana, deberá conocerse el nombre y el significado del Asana, pues estos simbolizan su esencia interior. Se deberá estudiar su forma, para perfeccionar los mínimos detalles que la definen. La repetición confiere al cuerpo su forma, e imprime en la conciencia el aspecto sutil de su nombre.
El segundo paso precisa una total atención, prestando cuerpo, mente y corazón al Asana. Es preciso reflexionar al practicarlo, para desarrollar todo su potencial. Es esencial mantener una actitud humilde y receptiva, para no dejar escapar ningún rayo de conocimiento.
El tercer paso es intensamente personal, y en el se ahonda en el conocimiento y en el compromiso. La practica del Yoga se hace mas importante que la persona que lo practica, y el ego queda relegado. La practica se hace necesaria para la vida. El Asana llega a ser un amigo al que acudir en momentos de necesidad. Finalmente, uno se entrega completamente y queda inmerso en el Asana.
Cuando el cuerpo se domina mediante Asana, la mente se controla mediante Prânâyâma y los sentidos se concentran mediante Pratyâhâra, se experimenta los frutos de la practica del Yoga.
Patanjali propone estas normas directrices porque el hombre no percibe fácilmente, salvo después de muchas penosas pruebas y errores, las Leyes que gobiernan su propia naturaleza. La verdadera libertad se obtiene comprendiendo las Leyes Naturales y ateniéndose a ellas.
• YAMA (Formas de restricción o abstención). Esta compuesto por los cinco (5) preceptos éticos:
1. AHIMSA (no-violencia). “Benevolencia Universal”. Es abstenerse de herir a todo ser, en todo momento y de cualquier manera. No es posible practicar el no herir a menos que se deje de lado el egoísmo en lo que hace a todos los asuntos externos. El dicho de Jesús: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, en sentido profundo significa: “Ama a tu prójimo; Él es tu mismo”.
2. SATYA (no-mentir). “Veracidad”. Es la correspondencia de la mente con la palabra o la acción. Significa superar nuestras falsas nociones sobre la vida. Significa ver las cosas tal como son, aceptar la posibilidad de estar equivocado, cuidar que los gustos y las aversiones no perjudiquen la percepción de la realidad. ¿Cómo practicarla?
- Hablar lo menos posible
- Guardar silencio
- Abandonar todas las verdades mundanas
- Abandonar lecturas de ficción
- Abandonar la frondosidad de la imaginación
- Practicar la contemplación de los principios espirituales
3. ASHTEYA (no-robar). “Contentamiento – Abstención de la Avaricia”. Significa no codiciar la propiedad de los demás. Significa no desear nada que no sea tuyo por derecho. El secreto de la paz interior es la ausencia de los deseos.
4. BRAMACHARYA (no-sensualidad). “Continencia”. Supresión del impulso de los órganos sexuales. Restringir los sentidos de actividades que puedan causar excitación sexual. La mera abstención del acto sexual no es continencia.
5. APARIGRAHA (no-posesión). “Desapego”. Desistir de tomar o codiciar cosas. Trae problemas:
- Tratar de conservarlos trae problemas
- Perderlos trae infelicidad
Además, si lo poseemos quedaran las latencias de anhelo por ellos, lo que nos causara problemas en el futuro. Las tentativas de adquirir cosas traen aparejadas mas penas y en el proceso se causa infelicidad a otros. Los Yoguis solo toman lo estrictamente necesario para su sustento. Este yama nos recuerda que nada nos pertenece, ni siquiera nuestros actos o nuestros pensamientos, porque todo pertenece y forma parte de Dios. Libre de todo apego.
• NIYAMA (Observancias). Esta compuesto por las cinco (5) normas:
1. SAUCHA (Limpieza). Limpieza se refiere especialmente a la pureza del corazón, si bien incluye también la limpieza del cuerpo. “ Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios”. Pulcritud Exterior: Lavado – alimentación Sattvica. Pulcritud Interior: Eliminación de las impurezas de la mente.
2. SANTOSHA (Contentamiento). Contentamiento significa aceptar las cosas tal como son y sentirse feliz con que lo sean, y no pensar que seremos felices el día que tengamos todo lo que deseamos. Este niyama es considerado como la virtud suprema no sólo por los grandes yoguis, sino por los santos de todas las religiones.
3. TAPASYA (Austeridad). Podemos enfocar este niyama desde tres puntos de vista, como Simplicidad, Autodisciplina y Supresión de las Distracciones. Significa retirar nuestra energía de los reclamos externos, contenerla para que no se malgaste y dirigirla hacia arriba.
4. SWADHYAYA (Autoestudio). Es mucho más que el autoanálisis intelectual. Significa tomar conciencia de uno mismo; trata de un “estudio del yo” que se convierte en la aventura suprema del autodescubrimiento. Autodescubrimiento, significa erradicar del corazón los engaños y falsos apegos que nos impiden comprender qué somos realmente: el Espíritu Infinito. Debe comenzar con la Autocrítica, esto te llevará al segundo paso, la Introspección. Al avanzar en la práctica de la introspección se llega al Autoconocimiento. Estudio de las Escrituras – Ejercicios Espirituales.
5. ISHWARA PRANIDHANA (Devoción al Señor Supremo) Pensando que todos los “esfuerzos inevitables” son llevados a cabo por Él, siendo nosotros solo instrumentos de su accionar, abandonando todo deseo hacia el fruto de la acción. ACCION EGOÍSTA: Es cuando se realiza la acción desde el ego/personalidad olvidándose de Dios.
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