Varios textos antiguos de la bibliografía yoguita hindú que conocemos informan acerca de ciertos centros especiales de energía que existen en nuestro cuerpo sutil. Pasemos, pues, a descubrir esos sistemas de energía y veamos si existen, a tenor de los criterios de la ciencia moderna, alguna prueba que demuestre su existencia.
Esos centros de energía se llaman chakras, derivado de la palabra sánscrita que significa “ruedas”, por cuanto se les compara a remolinos o vortices. Anatómicamente cada ckakra principal se asocia con un plexo nervioso principal y con una glándula endocrina. Los chakras principales se hallan en línea vertical ascendente desde la base principal de la columna vertebral hacia el cráneo.
Tal como se ha descrito en distintas bibliografías esotéricas, los chacras son unos centros del cuerpo etéreo; dichos chakras primarios, se hallan conectados entre si, y al mismo tiempo con determinadas regiones de la estructura celular, por medio de los finos canales de energía sutil llamados “nadis”.
Los nadis están formados por una fina trama de materia energética sutil. Son diferentes de los meridianos, que tienen de hecho una contrapartida física en el sistema de los tubulos. Los nadis representan una extensa red de flujos de energía, de abundancia comparable a la de los nervios corporales. Los autores yoguicos orientales visualizan los chakras metafóricamente, en figuras de flores. Los nadis simbolizan los pétalos y las finas raíces de los chakras, destinadas a distribuir por el cuerpo físico la fuerza vital y la energía de cada chakra.
Por diversas fuentes conocemos hasta 72.000 nadis o canales etéreos de energía descritos en la anatomía sutil de los seres humanos.
Estos canales exclusivos se entretejen con el sistema nervioso físico.
Debido a su intrincada interconexión con el sistema nerviosa, los nadis afectan a la naturaleza y la calidad de la transmisión de impulsos nerviosos en los sistemas cerebral, espinal y periférico; es decir, que una disfunción en el plano de los chakras y nadis puede relacionarse con alteraciones patológicas del sistema nervioso.
Después de esta somera explicación de los aspectos básicos del sistema de chakras-nadis, conviene que nos preguntemos si se dispone de alguna prueba convincente que señale la existencia de tal red energética sutil. Y cuando decimos “convincente” nos estamos refiriendo a comprobaciones científicas que certifiquen con argumentaciones comprobables la existencia de aquello que se quiere demostrar. Entre dichas investigaciones se encuentran:
- Dr Hiroshi Motoyama. Creador de una cabina especial de grabación, revestida de plomo y eléctricamente apantallada, con el fin de excluir cualquier perturbación electromagnética del exterior.
- Dra Valerie Hunt (Universidad de California). Con el uso de unos electrodos –electromiografo con el que habitualmente se mide el potencial eléctrico de los músculos-, estudio las variaciones de la energía bioeléctrica sobre zonas de la piel, correspondientes a las posiciones de los chakras.
Publicar un comentario